El corazón cafetero
Nos montamos a la camioneta. Ha sufrido. No fueron ni diez kilómetros, todos por una trocha por donde no mandan ni una chiva. Así son las vías por acá. Solo hay plata para arreglar las tres calles del casco urbano. Por allí transitamos ahora, buscando almuerzo. Mientras comemos Roberto cuenta que le pegó a los números de la lotería de la semana pasada con un billete de esta semana, por un momento creyó haber ganado. Mala suerte. Pagamos y nos vamos. La camioneta no tiene desc