Café
CAFÉ
Libro amargo
Cuyas páginas se disuelven
Paladar adentro
Sobre arcos eléctricos,
Capítulo
De lluvia cerrado en las
almendras,
Sol oculto en algún trayecto de su
aroma,
Meseta caliente
Nombrada ónice
Cercando
Un océano diminuto
Entre las hojas,
Semilla resurrecta del estímulo,
Moneda corta
Curvada
Hacia un color abierto,
Plenilunio hermético
Tallando en el
humo
Un litoral de sonrisas negras.
Jaider Muños Londoño Escribanía para Soñantes

A LOS COMPRADORES DE CAFÉ
Hombres sagaces y con su dinero
buenos negociantes
frente a sus depósitos, caballos en buenas cantidades,
cargados de grano seco, jamelgos
y dueño jadeantes,
y el grano en dinero convertido,
para saciar necesidades.
Don Delfín López, hombre serio y
de tez rosada
que bulto a bulto, bien su depósito
de café llenaba,
para sacarle la cacota, llegaba toda
una muchachada,
que al picoteo de los dedos, todo el
grano lo limpiaban.
Otro de piel morena, comprador
de café y bien curioso,
el simpático y gran patriarca, don
Juan de dios Parra,
en la calle real compraba la
cosecha con gran gozo
y luego en el billar caramboleaba y
disfrutaba con su barra.
De voz fuerte, de carriel y buen
sombrero
don Roberto Gallego con su rr
bien sonora,
cantidades de grano compró con
su dinero
fue billarista, gallero y simpático
otrora.
Don Adolfo Barragán, también de
café fue comprador,
muchas cosechas a los
campesinos les compró,
vivía en la plazuela, era bien
amable y gran señor
tristemente y sin clemencia,
alguien su vida le segó.
Beyerlesto Pineda Ceballos
Personajes de Herveo
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